Cientos de Zapatillas y Huesos: El Horror de un Campo de Exterminio en Jalisco

Un macabro descubrimiento que sacude a México
XY NEWS. El hallazgo de un centro de exterminio en Teuchitlán, Jalisco, ha desatado conmoción y horror en México. En un rancho utilizado presuntamente por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), se encontraron restos humanos, hornos crematorios y cientos de zapatillas, testimonio silencioso de las personas que pudieron haber sido asesinadas en el lugar.
Este macabro descubrimiento no es un hecho aislado, sino un reflejo del control criminal en la región y de la impunidad con la que operan estos grupos. A pesar de que la Fiscalía de Jalisco ya había inspeccionado el sitio en 2024, el hallazgo fue pasado por alto hasta que el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco reveló la magnitud del horror en 2025.
La historia de un rancho convertido en campo de exterminio
Ubicado en la ruta entre Guadalajara y Puerto Vallarta, el rancho La Estanzuela o Izaguirre habría sido utilizado no solo como un sitio de ejecución y desaparición de personas, sino también como un centro de entrenamiento para sicarios. Se reporta que los criminales captaban jóvenes con anuncios de trabajo falsos y los llevaban al rancho, donde eran sometidos a entrenamientos extremos bajo amenaza de muerte.
En septiembre de 2024, la Fiscalía estatal realizó una inspección tras la detención de diez personas y el rescate de dos víctimas de secuestro en el rancho. Se hallaron armas, casquillos, fragmentos óseos y el cuerpo de una persona. Sin embargo, la investigación quedó inconclusa, permitiendo que el sitio siguiera operando hasta su reciente exposición pública.
Un horror ignorado por las autoridades
El reciente hallazgo de restos humanos y evidencias de ejecuciones en masa expone una preocupante realidad: las fallas en las investigaciones y la falta de acción por parte de las autoridades. La presidenta Claudia Sheinbaum se pronunció al respecto, calificándolo como un caso «terrible» y sugiriendo que la Fiscalía General de la República (FGR) podría atraer la investigación.
La negligencia de las autoridades estatales queda evidenciada con las declaraciones del Fiscal de Jalisco, quien justificó la omisión de pruebas diciendo que el rancho era «bastante grande». Mientras tanto, colectivos de búsqueda han hecho el trabajo que debió corresponder a las autoridades: exhumar, documentar y exigir justicia para las víctimas.
Reclutamiento forzado: una práctica atroz del CJNG
El reclutamiento forzado de jóvenes no es nuevo en Jalisco. Desde hace más de una década, el CJNG ha utilizado anuncios de empleo falsos para atraer a personas vulnerables y convertirlas en su «mano de obra» criminal. Las víctimas son sometidas a entrenamientos brutales y, en caso de desobedecer, enfrentan castigos extremos o la muerte.
Uno de los testimonios más impactantes es el de Luis, un joven que logró escapar de un campo de entrenamiento similar en Tala, Jalisco. Según su relato:
«Todo el día hacíamos ejercicio y decían que quienes obedecían salían de vacaciones o descanso. Estábamos clasificados por nuevos, seminuevos y viejos. A los nuevos nos golpeaban todo el tiempo, siempre había hombres armados vigilando. No podíamos dormir hasta las 12 de la noche, quien lo hacía lo ponían para darle con gotcha o lo mataban.»

Una región controlada por el crimen organizado
La presencia del CJNG en la región entre Guadalajara y Puerto Vallarta ha sido documentada por diversas fuentes, incluido el Ejército Mexicano. En documentos filtrados por el colectivo Guacamaya, se detalló que la zona estaba bajo el control de Gonzalo Mendoza Gaytán, alias «Sapo», un lugarteniente de Nemesio Oseguera «El Mencho», líder del cártel.
Las víctimas del reclutamiento forzado han señalado en varias ocasiones a «El Sapo» como uno de los responsables de las ejecuciones dentro de estos campos de entrenamiento. Un testimonio de 2019 relató el asesinato de 14 jóvenes por orden suya, solo por el hecho de querer abandonar el lugar:
«Los obligaron a pelear entre sí y fueron matando a los que caían. Luego asesinaron al resto. A los que por miedo no manifestamos querer irnos, nos hicieron llevar los cuerpos. Duramos hora y media porque había unos muy pesados, teníamos que arrastrarlos para echarlos a los elotes.»
La expresión «echarlos a los elotes» hace referencia al cruel método de incineración utilizado por los criminales para deshacerse de los cuerpos.
Justicia pendiente: ¿Se hará algo esta vez?
El hallazgo del rancho La Estanzuela en 2025 es solo la punta del iceberg de un problema mucho mayor: el uso de la región como un corredor de exterminio y reclutamiento forzado por parte del CJNG. La pregunta que queda en el aire es si esta vez las autoridades tomarán medidas reales o si, como en ocasiones anteriores, se dejará el caso en el olvido.
Mientras tanto, colectivos como Guerreros Buscadores de Jalisco continúan su lucha por visibilizar la tragedia de los desaparecidos, enfrentando riesgos que deberían corresponder a las autoridades. La exigencia de justicia no solo es para las víctimas de este caso, sino para todas las personas que han sido silenciadas por la violencia impune que azota al país.
Este caso es un recordatorio crudo de la realidad que vive México y de la urgente necesidad de una acción contundente contra el crimen organizado y la impunidad. ¡El horror no puede seguir siendo ignorado!
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