México en Crisis: Narcoterrorismo, Narcopolítica y los Espeluznantes «Centros de Exterminio»
XY NEWS. La crisis de seguridad en México ha alcanzado niveles alarmantes. En un país marcado por el narcoterrorismo, la infiltración del crimen organizado en la política, fosas clandestinas y, ahora, la revelación de espeluznantes «centros de exterminio», la situación se ha convertido en un problema de dimensiones internacionales.
El Narcoterrorismo y la Intromisión de EE.UU.
México ha sido señalado por diversas naciones debido a su aparente permisividad con los cárteles de la droga, al grado de que estos grupos han sido calificados como «terroristas». Esta designación no es meramente simbólica: permite la intervención militar de potencias extranjeras, en particular de Estados Unidos, que considera a estos grupos como una amenaza directa para su seguridad nacional.
A la par de esta crisis, el gobierno de Donald Trump ha utilizado la guerra contra el narcoterrorismo como un argumento central de su política exterior. Si bien México entregó a 29 capos de la droga, la verdadera intención del gobierno estadounidense parece ir mucho más allá: busca desmantelar la red de narcopolíticos que, con apoyo financiero del crimen organizado, han logrado consolidarse en el poder.
Centros de Exterminio: El Horror en Territorio Mexicano
Si la existencia de fosas clandestinas ya representaba una crisis humanitaria sin precedentes, la reciente revelación de «centros de exterminio» en diversas regiones del país ha estremecido a la opinión pública. En estos sitios se han encontrado jaulas de encierro, hornos crematorios y vestigios de víctimas que fueron brutalmente eliminadas.
El primero en ser expuesto fue el ubicado en Teuchitlán, Jalisco, atribuído a los cárteles de «Los Zetas» y el «Cártel Jalisco Nueva Generación» (CJNG). No obstante, distintas organizaciones han señalado la existencia de otros sitios similares en:
- Reynosa, Tamaulipas (según el colectivo Amor por los Desaparecidos de Tamaulipas).
- Colonia Colinas del Real, Nuevo León (descubierto el 10 de marzo de 2025).
- Región de Tihuatlán, Veracruz.
- Tijuana, Baja California.
- Diversos puntos en Coahuila y otras entidades.
El caso de Coahuila es particularmente alarmante. En 2015, el colectivo Grupo Vida halló más de 3 mil restos óseos en un solo «campo de exterminio». Este hallazgo, lejos de ser un caso aislado, es solo una muestra del horror sistemático que se ha extendido en el país.
Un Problema que Crece Desde 2018
Desde el inicio del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, la crisis de seguridad ha escalado de manera preocupante. Entre el 1 de diciembre de 2018 y el 30 de abril de 2023, se han registrado 2,863 fosas clandestinas, una cifra que ya supera lo documentado en el periodo de 2006 a 2018. El crecimiento de la violencia ha coincidido con una preocupante complicidad entre ciertos sectores del gobierno y el crimen organizado, lo que ha permitido la expansión de estos centros de exterminio.
La omisión gubernamental ante este flagelo ha generado indignación. En lugar de priorizar el combate al narcoterrorismo, se han observado movimientos políticos que buscan evitar cualquier confrontación con los cárteles, asegurando así la permanencia en el poder de ciertos grupos políticos.
El Futuro de México: Entre la Narcopolítica y la Intervención Extranjera
El crecimiento de los cárteles de la droga y la aparente protección que reciben por parte de algunas autoridades han desencadenado un enfrentamiento diplomático entre México y Estados Unidos. Mientras que el gobierno mexicano se resiste a aceptar cualquier tipo de intervención extranjera, la administración de Trump ha dejado claro que la amenaza de los cárteles no será tolerada.
La gran pregunta es: ¿qué futuro le espera a México? La creciente presión internacional, la violencia sin control y la infiltración del crimen organizado en las instituciones públicas han colocado al país en una situación límite. La historia nos ha demostrado que «todo lo que empieza, tiene que terminar» y, con tantos intereses de por medio, el desenlace podría ser inminente.
Mientras tanto, la población mexicana sigue atrapada en un espiral de violencia, incertidumbre y desconfianza. Y la gran pregunta sigue en el aire: ¿Quién podrá defendernos?
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