Terremoto en Birmania: Un desastre de magnitud 7.7 deja más de 200 muertos y 730 heridos

XY NEWS. El devastador terremoto de magnitud 7.7 que sacudió Birmania este viernes ha dejado un saldo trágico de más de 200 fallecidos y 730 heridos, según el último reporte de la junta militar birmana. El sismo, que se sintió con fuerza en países vecinos como Tailandia y China, ha provocado graves daños en infraestructuras, telecomunicaciones y servicios básicos, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia en múltiples regiones.
Un sismo de gran intensidad: epicentro y alcance
El epicentro del terremoto se localizó a tan solo 17 km de Mandalay, la segunda ciudad más grande de Birmania, y tuvo una profundidad de 10 km. La fuerza del temblor se sintió a más de 600 km de distancia, alcanzando la capital tailandesa, Bangkok, y varias localidades de la provincia china de Yunnan.
De acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), la alerta sísmica se situó en nivel naranja, lo que indica un alto riesgo de víctimas y pérdidas materiales significativas. Según sus estimaciones iniciales, la cifra de muertos podría situarse entre 100 y 1,000 personas, mientras que miles más podrían verse afectadas por el desastre.
Réplicas y devastación
Tras el terremoto principal, se han registrado al menos cuatro réplicas de distintas intensidades. La más fuerte alcanzó una magnitud de 6.4, mientras que otras tres fluctuaron entre 4.5 y 4.6. Estas sacudidas adicionales han complicado aún más las labores de rescate y han incrementado el riesgo de nuevos derrumbes en zonas afectadas.
La junta militar ha confirmado que los daños en infraestructuras son severos, con puentes colapsados, edificios destruidos y graves afectaciones en telecomunicaciones. En la capital de Tailandia, al menos 10 personas han fallecido y más de 100 siguen desaparecidas tras el colapso de tres edificios en construcción, mientras que en Birmania se reporta la caída de un monasterio en el que quedaron atrapados 20 niños.
Crisis humanitaria y respuesta internacional
Ante la magnitud del desastre, el gobierno de Birmania ha solicitado ayuda internacional, una medida poco común en el país desde que la junta militar tomó el poder en 2021. Organismos como la ONU, World Vision y Christian Aid ya han comenzado a movilizar recursos y personal para asistir a las víctimas.
La Organización de las Naciones Unidas ha aprobado una ayuda inicial de cinco millones de dólares para apoyar las labores de emergencia, priorizando la provisión de alimentos, agua potable, refugios y atención médica. Según el organismo, cerca de 20 millones de personas en Birmania ya enfrentaban condiciones de vulnerabilidad antes del sismo, lo que agrava aún más la crisis humanitaria.
Por su parte, la Unión Europea ha activado su sistema de satélites Copérnico para evaluar los daños en tiempo real y coordinar mejor la respuesta de emergencia. Mientras tanto, en Tailandia, la primera ministra Paetongtarn Shinawatra ha declarado la emergencia en Bangkok y ha ordenado la evacuación de múltiples edificios por riesgo de colapso. Equipos de rescate utilizan drones para localizar sobrevivientes entre los escombros.
Rescate y dificultades en las zonas afectadas
A pesar de los esfuerzos internacionales, los equipos de rescate en Birmania enfrentan serias dificultades debido a la falta de herramientas especializadas para remover escombros. Un rescatista en Mandalay declaró a la agencia EFE que, por el momento, solo pueden transportar víctimas y cuerpos sin vida, ya que no cuentan con el equipo adecuado para realizar excavaciones profundas.
Las zonas más golpeadas por el sismo permanecen sin electricidad y con escaso acceso a agua potable, lo que pone en riesgo la vida de miles de personas que han quedado sin hogar. Las autoridades locales han habilitado refugios temporales, aunque estos se encuentran saturados y carecen de recursos básicos.

Un llamado a la solidaridad
El terremoto en Birmania ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de la región ante desastres naturales y la urgente necesidad de asistencia internacional. Mientras los equipos de rescate continúan con su labor en condiciones adversas, la comunidad global ha comenzado a movilizar recursos para ayudar a las víctimas.
Se espera que en las próximas horas el número de fallecidos y heridos continúe en aumento, mientras las tareas de búsqueda y rescate se intensifican. La prioridad en este momento es garantizar el acceso a atención médica, alimentos y refugio para los damnificados.
Conclusión
El sismo de magnitud 7.7 que sacudió Birmania ha sido uno de los más destructivos en la historia reciente del país. Con más de 200 muertos confirmados, 730 heridos y una crisis humanitaria en desarrollo, la tragedia ha generado un llamado de emergencia a nivel mundial. La respuesta de la comunidad internacional será clave para ayudar a las víctimas y reconstruir las zonas afectadas.
A medida que continúan los esfuerzos de rescate, la esperanza se mantiene viva para aquellos que aún podrían ser encontrados con vida bajo los escombros. La solidaridad y la ayuda humanitaria serán determinantes en los próximos días para mitigar el impacto de esta catástrofe.
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