El sol podría ser tu mejor medicina: así ayuda la luz solar a combatir infecciones

¿Y si tomar el sol fuera más que un placer de verano? Un nuevo estudio científico viene a confirmar lo que muchos intuían: la luz solar combate infecciones de forma directa al activar procesos inmunológicos en nuestro organismo.
La investigación, realizada por el Instituto Karolinska de Suecia en colaboración con universidades europeas, encontró que una breve exposición al sol puede estimular células inmunitarias clave encargadas de identificar y eliminar bacterias y virus. En un contexto postpandemia, donde el sistema inmune ha cobrado protagonismo global, este hallazgo cobra aún más relevancia.
La ciencia detrás del sol
La investigación descubrió que los rayos UVB del sol no solo promueven la producción de vitamina D, sino que también activan receptores cutáneos que desencadenan una respuesta inmunológica inmediata. Estos receptores, al activarse, estimulan la acción de los linfocitos T, los cuales son fundamentales en la defensa del organismo.
Esto refuerza la hipótesis de que la luz solar combate infecciones no solo de forma indirecta, sino con un impacto directo y mensurable. “La exposición controlada al sol puede ser una estrategia complementaria para mejorar la salud inmunológica”, explicaron los autores del estudio.
Más allá de la vitamina D
Hasta ahora, gran parte de los beneficios del sol se atribuían a la producción de vitamina D, fundamental para la absorción del calcio y el mantenimiento óseo. Sin embargo, este nuevo estudio sugiere que hay otros mecanismos igual de importantes, en especial en lo que respecta a infecciones respiratorias y dérmicas.
Además, se encontró que las personas que pasan al menos 15 minutos diarios bajo luz solar directa presentan menor incidencia de infecciones respiratorias leves y mejor recuperación tras enfermedades virales comunes, como la gripe o los resfriados.
¿Y los riesgos?
Los investigadores son claros en advertir que esto no implica una exposición prolongada o irresponsable al sol. El equilibrio es clave. Un exceso de radiación solar puede causar daño celular, envejecimiento prematuro e incluso cáncer de piel. Por eso, el estudio recomienda exposiciones breves, preferentemente durante las primeras horas del día, y siempre con protección adecuada.
Recomendaciones clave
- Exposición diaria de 10 a 20 minutos al sol, sin bloqueador en brazos y cara.
- Evitar las horas de mayor radiación: entre las 11:00 y las 15:00 horas.
- En personas con piel sensible, se sugiere comenzar con menos tiempo e ir ajustando.
- Siempre consultar a un dermatólogo si se tienen antecedentes de enfermedades cutáneas.
Un hábito ancestral con beneficios modernos
Desde las culturas antiguas hasta la medicina actual, el sol ha sido visto como símbolo de vida y salud. Ahora, con respaldo científico, entendemos que la luz solar combate infecciones de manera activa y que su aprovechamiento moderado puede ser un complemento natural y eficaz para fortalecer el sistema inmune.
En un mundo cada vez más urbanizado, donde pasamos más horas bajo luz artificial que natural, este hallazgo nos invita a reconectar con lo esencial: salir, mirar al cielo y permitir que la luz nos cure… al menos un poco.