¿Comes pizza demasiado rápido? Un nuevo estudio revela cómo eso puede aumentar el riesgo de obesidad

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La forma en la que comemos importa más de lo que crees. Un reciente estudio internacional ha revelado que la velocidad al comer pizza —comparada con platos que requieren cubiertos— es significativamente mayor, lo que puede estar relacionado con un mayor riesgo de obesidad.

¿La razón? Al consumir alimentos que se comen con las manos, como la pizza o las hamburguesas, el acto de comer se vuelve más rápido, menos consciente y más propenso a excesos. Esto afecta directamente la forma en que el cuerpo regula el hambre, la saciedad y, por consecuencia, el peso corporal.


Comer rápido, ganar peso

La investigación, publicada en una revista científica especializada en nutrición y comportamiento alimentario, encontró que las personas que comen pizza tienden a masticar menos veces por bocado, lo que lleva a una ingesta más rápida y calórica en menor tiempo.

Al comparar platos que se comen con cubiertos (como pastas o ensaladas) frente a opciones como pizza, tacos o sándwiches, los investigadores detectaron que la velocidad al comer pizza era casi un 30% mayor. Esto, según los expertos, reduce la percepción de saciedad y aumenta la posibilidad de comer en exceso.


¿Por qué sucede esto?

Los investigadores explican que la velocidad al comer pizza se ve influida por varios factores:

  • No se necesita cortar ni usar utensilios.
  • El alimento ya está dividido en porciones fáciles de manejar.
  • Suele comerse en momentos sociales o informales, donde no se presta tanta atención al ritmo.

Además, la textura suave y el sabor placentero de la pizza contribuyen a que el cerebro la relacione con recompensas inmediatas, haciendo más difícil detenerse a tiempo.


Comer lento sí importa

El estudio no solo alerta sobre la velocidad al comer pizza, sino que también subraya que comer más despacio ayuda a regular el apetito y favorece una mejor digestión. Al masticar más, el cerebro recibe señales más claras de saciedad, y se evitan picos de glucosa que podrían estimular el almacenamiento de grasa.

Los expertos recomiendan aplicar algunos cambios simples:

  • Masticar al menos 15 veces cada bocado.
  • Evitar comer frente al celular o la televisión.
  • Usar cubiertos incluso para comidas que no lo requieran.
  • Hacer pausas conscientes entre rebanadas o bocados.

¿Pizza culpable?

No necesariamente. La pizza, por sí sola, no es el enemigo. El problema, según el estudio, radica en la velocidad al comer pizza y la falta de atención al momento de ingerirla. Incluso alimentos saludables pueden generar problemas si se consumen demasiado rápido y en exceso.

La clave está en recuperar la conciencia al comer. Tomarte el tiempo para disfrutar cada bocado no solo mejora tu digestión, sino que puede ayudarte a prevenir el aumento de peso, mejorar tu relación con la comida y tomar decisiones más saludables.


Conclusión

La próxima vez que pidas pizza, no solo pienses en los ingredientes o las calorías. Piensa en el ritmo. Porque, como lo muestra la ciencia, la velocidad al comer pizza podría tener un impacto mucho más profundo del que imaginas en tu salud.

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