Seguidores de Trump le declaran la guerra al Papa León XIV: ¿por qué lo rechazan?

XY NEWS. La elección del Papa León XIV ha causado revuelo en todo el mundo. Desde su nombramiento, miles de católicos —y también no creyentes— han expresado curiosidad e interés por conocer al nuevo líder espiritual de la Iglesia Católica. Sin embargo, no todos están entusiasmados. En un giro llamativo, seguidores de Donald Trump en Estados Unidos han manifestado un fuerte rechazo hacia el nuevo pontífice, al punto de declararle una auténtica “guerra ideológica”.
¿Quién es el Papa León XIV y por qué causa tanta polémica?
León XIV fue elegido recientemente como sucesor de Francisco en el trono de San Pedro. Desde el primer momento, su perfil despertó comentarios diversos. Su enfoque más progresista en temas sociales, su llamado a la justicia climática y su apertura al diálogo interreligioso le han ganado simpatías en muchos sectores. Pero, al mismo tiempo, estas mismas posturas han generado desconfianza en grupos ultraconservadores, sobre todo en círculos cercanos al trumpismo.
La frase “nadie es profeta en su propia tierra” parece encajar perfectamente aquí. Aunque León XIV ha sido recibido con entusiasmo en gran parte del mundo, en ciertos sectores de Estados Unidos, especialmente los vinculados a la derecha cristiana y al movimiento MAGA (Make America Great Again), su papado es visto con escepticismo, cuando no con abierta hostilidad.
El rechazo de los trumpistas: ¿motivaciones políticas o religiosas?
La oposición de los seguidores de Trump al Papa León XIV va más allá de la teología. No se trata simplemente de diferencias doctrinales, sino de una batalla ideológica con profundas raíces políticas.
Muchos de estos sectores acusan al nuevo Papa de ser “demasiado progresista”, “globalista” e incluso de formar parte de lo que denominan “el orden mundial liberal”. En redes sociales y medios alternativos afines al trumpismo, se han viralizado mensajes que lo acusan de apoyar la “agenda woke”, de estar alineado con el ambientalismo radical y de fomentar posturas “antiamericanas”.
Estas críticas no se basan tanto en hechos concretos como en percepciones culturales: el Papa León XIV representa, para muchos trumpistas, el rostro del cristianismo moderno que ellos rechazan. Un cristianismo más abierto, comprometido con el medio ambiente, con la justicia social y con una visión menos beligerante frente al otro. Y eso es precisamente lo que incomoda a los sectores más duros del conservadurismo estadounidense.
Redes sociales: el campo de batalla contra León XIV
Desde su elección, León XIV se ha convertido en tendencia constante en X (antes Twitter), Truth Social y otras plataformas donde los seguidores de Trump son particularmente activos. En estos espacios, proliferan hashtags como #NotMyPope, #FakePope o #GlobalistVatican, en los que se mezclan teorías de conspiración con ataques personales.
Figuras influyentes del ecosistema mediático trumpista también han criticado al Papa. Algunos comentaristas de medios como Newsmax y programas en línea cercanos a Steve Bannon han insinuado que León XIV fue “impuesto” por élites internacionales, y que representa una amenaza para el verdadero cristianismo.
Incluso algunos sacerdotes y pastores católicos conservadores en Estados Unidos han manifestado públicamente su desaprobación hacia el nuevo pontífice, asegurando que “está llevando a la Iglesia por un camino equivocado”.
¿Qué dice el Vaticano ante esta oposición?
Hasta el momento, el Vaticano ha optado por no responder directamente a las críticas provenientes del trumpismo. Voceros de la Santa Sede han insistido en que el Papa León XIV está comprometido con su misión pastoral y que continuará promoviendo los valores del Evangelio, más allá de las controversias políticas.
En uno de sus primeros discursos como Papa, León XIV afirmó que su prioridad es “construir puentes, no muros”, una frase que muchos interpretaron como una crítica velada al nacionalismo y al discurso excluyente de ciertos líderes mundiales. Sin mencionarlo directamente, el mensaje parecía dirigido a la retórica divisiva que ha caracterizado a figuras como Donald Trump.

Católicos estadounidenses divididos
El rechazo hacia León XIV no es unánime entre los católicos de Estados Unidos. De hecho, muchos fieles han manifestado su apoyo al nuevo pontífice, valorando su sensibilidad social y su mensaje de unidad. Sin embargo, no se puede negar que existe una profunda polarización dentro del catolicismo estadounidense, reflejo de la división política del país.
Mientras unos celebran su elección como una señal de esperanza, otros lo consideran una amenaza a la tradición. Esta fractura interna en la Iglesia norteamericana ya se venía gestando desde el pontificado de Francisco, pero con la llegada de León XIV parece haberse profundizado.
¿Qué está en juego?
El conflicto entre los seguidores de Trump y el Papa León XIV no es solamente una disputa sobre religión. En el fondo, refleja la batalla cultural más amplia que atraviesa a Estados Unidos y gran parte del mundo: la lucha entre una visión más abierta, inclusiva y global, y otra más cerrada, nacionalista y conservadora.
Para el movimiento MAGA, León XIV encarna todo aquello contra lo que han luchado: apertura a los migrantes, reconocimiento del cambio climático, diálogo con otras religiones y rechazo al autoritarismo. En cambio, para muchos jóvenes católicos y sectores progresistas, el nuevo Papa representa una oportunidad para revitalizar la Iglesia y hacerla más cercana a las necesidades del siglo XXI.
Conclusión: el papado de León XIV inicia en medio de fuego cruzado
Lejos de ser una figura de unidad, el Papa León XIV ha comenzado su pontificado bajo una intensa presión y una guerra mediática desatada por sectores radicales. El rechazo de los seguidores de Trump no es un fenómeno aislado, sino un síntoma más de la polarización global que marca nuestros tiempos.
Habrá que ver cómo evoluciona esta relación en los próximos meses, pero lo cierto es que León XIV parece estar dispuesto a mantener el rumbo. Su mensaje de inclusión, justicia social y diálogo interreligioso marca una nueva etapa en la historia de la Iglesia Católica… aunque no todos estén preparados para aceptarlo.