Asesinato de funcionarios en CDMX: Verástegui exige justicia y Adrián Marcelo lanza crítica irónica

XY NEWS. El crimen que sacudió al gabinete de Clara Brugada genera fuerte reacción en redes sociales. Eduardo Verástegui y Adrián Marcelo expresan opiniones opuestas ante la creciente inseguridad en la capital.
21 de mayo de 2025 — El asesinato a plena luz del día de dos altos funcionarios del Gobierno de la Ciudad de México ha provocado una ola de indignación y debate público. Ximena Guzmán, secretaria particular de la Jefa de Gobierno Clara Brugada, y José Muñoz, coordinador general de asesores, fueron ejecutados en un ataque directo en la colonia La Moderna, en la alcaldía Benito Juárez.
El crimen, ocurrido el lunes 20 de mayo, dejó al descubierto la vulnerabilidad incluso de quienes operan en el núcleo del poder capitalino. Las reacciones no se hicieron esperar. Dos figuras públicas muy distintas entre sí —el comediante Adrián Marcelo y el activista conservador Eduardo Verástegui— usaron sus redes sociales para comentar el hecho, evidenciando posturas encontradas sobre la violencia que azota al país.
¿Qué ocurrió en la colonia La Moderna?
De acuerdo con los primeros reportes y videos de vigilancia, los funcionarios fueron interceptados mientras estaban dentro de un vehículo estacionado sobre Calzada de Tlalpan. Dos sujetos a bordo de una motocicleta se aproximaron; uno de ellos descendió con un arma en la mano y disparó a quemarropa.
Las imágenes muestran cómo el atacante ejecutó el crimen con frialdad y huyó a pie tras cometer el doble homicidio, mientras su cómplice escapaba en la motocicleta. El ataque ha sido calificado por la Fiscalía como directo y planeado, sin dejar dudas sobre la intención homicida de los perpetradores.
¿Quiénes eran Ximena Guzmán y José Muñoz?
Aunque no eran figuras públicas, ambos desempeñaban papeles clave en el gabinete de Clara Brugada, jefa de Gobierno sustituta tras la salida de Martí Batres. Guzmán era su secretaria particular, responsable de coordinar su agenda, mientras que Muñoz fungía como coordinador general de asesores, encargado de diseñar estrategias políticas y coordinar decisiones ejecutivas.
Su cercanía con la Jefa de Gobierno y el nivel de sus cargos aumentan la gravedad del atentado, que muchos consideran un mensaje directo al poder capitalino.
Reacciones en redes: Adrián Marcelo y Eduardo Verástegui opinan
Como suele suceder con hechos de alto impacto, las redes sociales fueron el primer campo de batalla para expresar indignación, teorías, y posturas políticas. Dos voces destacaron entre los miles de comentarios: Adrián Marcelo, con su estilo irónico, y Eduardo Verástegui, con una visión crítica pero solemne.
Adrián Marcelo: ironía que incomoda
El comediante regiomontano Adrián Marcelo, conocido por su humor ácido y comentarios provocadores, escribió en su cuenta de X (antes Twitter):
“La jefatura de gobierno de la CDMX es el cargo político más difícil de ejercer en este país.”
El mensaje, aunque breve, provocó cientos de reacciones. Algunos lo criticaron por insensible; otros lo apoyaron al considerar que refleja una realidad incómoda: ejercer el poder en México conlleva riesgos mortales, incluso en la capital del país.
Marcelo no emitió más comentarios, pero su frase se viralizó rápidamente, generando debate sobre el papel del humor en contextos de tragedia y violencia.
Eduardo Verástegui: condena y llamado a la justicia
En contraste, Eduardo Verástegui, actor, productor y activista conservador, publicó un mensaje más formal y cargado de preocupación:
“La inseguridad que se vive en México es alarmante. No podemos seguir postergando su combate. Espero de corazón que se llegue hasta las últimas consecuencias y que la justicia alcance a los culpables. Que caiga quien tenga que caer.”
El también excandidato presidencial independiente añadió un detalle que llamó la atención:
“Esto no fue obra de improvisados: sabían que tendría repercusiones graves y lo ejecutaron mientras transcurría la mañanera. No fue casualidad.”
Su comentario sugiere una hipótesis política sobre el momento del crimen, insinuando que los atacantes eligieron deliberadamente una hora con gran atención mediática para aumentar el impacto.
Avances en la investigación: ¿quién está detrás?
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México ha abierto una carpeta de investigación por homicidio doloso. Hasta ahora, se ha confirmado que el ataque fue directo y premeditado. Las autoridades ya tienen identificados a cuatro presuntos responsables y se investiga la participación de un tercer vehículo, además de la motocicleta.
Se analizan múltiples hipótesis, incluyendo represalias políticas, crimen organizado o ajustes de cuentas, aunque por ahora no se ha confirmado si las víctimas habían recibido amenazas previas.
Un reflejo de la crisis de seguridad en México
Este atentado ha vuelto a colocar en el centro del debate la inseguridad en México, incluso en zonas urbanas como la Ciudad de México, que hasta hace poco se consideraba un “refugio” en comparación con entidades más violentas.
Los asesinatos de Ximena Guzmán y José Muñoz han dejado claro que ni siquiera los altos funcionarios están a salvo, y que la violencia puede golpear en el corazón del poder.
Además, el caso exhibe la tensión política y la fragilidad del Estado frente al crimen organizado. También revela el papel de las figuras públicas en moldear la percepción ciudadana sobre la inseguridad, ya sea desde la crítica directa, como Verástegui, o desde la ironía punzante, como Adrián Marcelo.
Conclusión: un crimen que abre más preguntas que respuestas
El doble asesinato de dos funcionarios cercanos a Clara Brugada no solo representa una tragedia personal y política, sino un símbolo de la crisis de seguridad nacional. Mientras las autoridades prometen justicia, la opinión pública —alimentada por voces como Verástegui y Marcelo— exige respuestas claras y acciones firmes.
A medida que avance la investigación, se espera que surjan detalles que ayuden a esclarecer el motivo real del ataque. Pero por ahora, el país asiste una vez más al doloroso espectáculo de la violencia impune, donde el miedo y la incertidumbre siguen ganando terreno.