Carlos Vela se retira del fútbol a los 36 años: el genio incomprendido del balompié mexicano

XY NEWS. Carlos Vela ha anunciado su retiro del fútbol profesional a los 36 años, cerrando una carrera brillante y atípica, marcada tanto por su talento excepcional como por su relación distante con el deporte que lo llevó a la fama. El exjugador de la Real Sociedad, del Arsenal y de la selección mexicana comunicó su adiós a las canchas con un escueto mensaje en Instagram, poniendo fin a una trayectoria que siempre dejó una pregunta al aire: ¿Qué habría pasado si a Vela le hubiera apasionado más el fútbol?
Un adiós anunciado desde el silencio
El último partido oficial de Vela se remonta a octubre de 2024, cuando disputó apenas cinco minutos con Los Ángeles FC, el equipo que ayudó a fundar y liderar en la MLS. Aunque su retiro no sorprendió del todo, sí generó una ola de reacciones entre fanáticos, excompañeros y analistas, quienes reconocen que se va uno de los talentos más puros que ha dado el fútbol mexicano en el siglo XXI.
El talento que prefería el básquetbol
Carlos Vela siempre fue sincero respecto a su desinterés por el fútbol como espectáculo. En 2018, en un evento de la NBA, confesó que prefería ver un partido de básquet antes que uno de fútbol. Esa actitud desafiante y poco convencional lo acompañó durante toda su carrera.
Vela no solo se alejó de las cámaras, también renunció a participar en al menos dos Copas del Mundo. En 2014 rechazó la convocatoria de la selección mexicana argumentando razones personales: “Hice lo que creí correcto, hice lo que mi corazón me dijo”. En 2022 lo reafirmó: “La felicidad está donde tú decides estar, y si no estás bien en un lugar, es mejor no estorbar”.
Europa, Real Sociedad y el salto a la MLS
Tras brillar como campeón del mundo sub-17 con México en 2005 —torneo donde vencieron a Brasil en la final—, el Arsenal lo fichó inmediatamente. Sin embargo, las lesiones y las cesiones a equipos como Salamanca, Osasuna y West Bromwich limitaron su consolidación en la Premier League.
Fue en la Real Sociedad donde encontró su mejor versión. Entre 2011 y 2018, Carlos Vela marcó 73 goles con el club vasco, siendo pieza clave en la clasificación del equipo a la Champions League. Su sociedad con Antoine Griezmann, su estilo de juego elegante y su habilidad para decidir partidos en solitario lo convirtieron en ídolo de la afición txuri-urdin.
Pero, justo cuando vivía uno de sus mejores momentos en Europa, decidió abandonar la élite para convertirse en el primer gran fichaje de Los Ángeles FC. Una decisión que muchos cuestionaron, pero que él defendió como una apuesta por su bienestar personal y familiar.

La verdadera felicidad: Los Ángeles, NBA y familia
En la MLS, Carlos Vela encontró la tranquilidad que tanto había buscado. Se alejó del entorno mediático que siempre le incomodó y pudo disfrutar de su vida personal. Asistía a partidos de la NBA, compartía más tiempo con su familia y se convirtió en el rostro principal de una franquicia nueva que conquistó títulos y fanáticos.
Con LAFC ganó la MLS Cup, dos Supporters Shield, dos Conference Cups y una US Open Cup. También fue MVP de la liga y marcó una de las mejores temporadas goleadoras en la historia del campeonato.
Su legado con la selección mexicana
Vela nunca fue una figura unánimemente aceptada en México. Su relación con la afición nacional fue tensa, especialmente por sus ausencias voluntarias en partidos y torneos clave. Sin embargo, su talento nunca estuvo en duda.
Con la selección, alzó el Mundial sub-17 en 2005, dos Copas Oro y la Copa Concacaf, que le permitió disputar la Copa Confederaciones de 2017. En su última aparición con el Tri, marcó un gol contra Corea del Sur en el Mundial de Rusia 2018 y jugó el recordado partido de octavos de final ante Brasil.
Pese a no disputar tantas competiciones como otros referentes de su generación, Vela fue parte de un equipo que venció a Alemania en un Mundial, que le ganó una final a Brasil en juveniles y que rompió paradigmas al exportar talento a Europa.
Un futbolista atípico, pero brillante
Carlos Vela se retira con un palmarés que, si bien no está repleto de trofeos, sí refleja una carrera auténtica, exitosa a su manera y profundamente humana. No jugó para complacer al sistema, no se doblegó ante las presiones externas y eligió siempre lo que lo hacía feliz, incluso si eso significaba alejarse del fútbol tradicional.
Fue un genio incomprendido para algunos, un rebelde con causa para otros. Pero sobre todo, fue un futbolista capaz de redefinir lo que significa el éxito profesional.
“No hay palabras suficientes para expresar el agradecimiento que tengo por mi familia, todos los clubes que me dieron la oportunidad y a la afición por su apoyo y cariño. Gracias”, escribió este martes en redes sociales.
Carlos Vela ya es historia. Una historia distinta, irrepetible y que invita a reflexionar sobre el valor de jugar por convicción y no por obligación.