Elon Musk revienta contra la ley fiscal de Trump: “Es una abominación repugnante”

XY NEWS. La luna de miel entre Elon Musk y el presidente Donald Trump ha llegado a su fin. Tras meses de colaboración y gestos públicos de cercanía, el empresario más rico del mundo ha explotado contra la nueva ley fiscal impulsada por la Casa Blanca, calificándola sin rodeos como una “abominación repugnante”.
En un mensaje publicado este martes en su red social, X, Musk rompió el silencio con duras palabras:
“Lo siento, pero ya no aguanto más. Este proyecto de ley del Congreso, enorme, escandaloso y repleto de gastos superfluos, es una abominación repugnante. Qué vergüenza para quienes lo han votado: saben que han hecho mal. Lo saben”.
Una ruptura total con la Casa Blanca
El estallido del magnate ocurre apenas tres días después de su última visita a la Casa Blanca, donde participó en una reunión del gabinete. Lo que parecía una relación fluida entre Trump y Musk se ha tensado al máximo. De hecho, el presidente ya ha tomado represalias: canceló la nominación de Jared Isaacman, empresario cercano a Musk, para dirigir la NASA.
La llamada “Big Beautiful Bill” (BBB) es el proyecto fiscal estrella del segundo mandato de Trump. El mandatario la ha promovido como una extensión de las rebajas fiscales de su primer mandato, con exenciones dirigidas a trabajadores por propinas y horas extra, pero también con fuertes recortes al gasto social.
¿Por qué critica Musk esta ley?
Aunque Musk ya había manifestado reservas sobre la ley en el pasado, esta es la primera vez que lo hace con tanta severidad. En una entrevista con CBS emitida el domingo, el empresario mostró su decepción:
“Me ha decepcionado ver el enorme gasto público, que aumenta el déficit presupuestario y socava el trabajo que realizamos desde el Departamento de Eficacia Gubernamental”.
Además, en tono irónico, señaló:
“Una ley puede ser grande o hermosa, pero no sé si puede ser ambas cosas”.
Aunque evitó criticar directamente otras políticas de Trump, sus declaraciones revelan un profundo malestar con el enfoque económico del gobierno.
Una ley fiscal para los ricos… y más déficit
La nueva legislación prorroga las rebajas fiscales de 2017, favoreciendo a los sectores de mayores ingresos y a las grandes corporaciones. A cambio, reduce ayudas alimentarias, becas educativas y prestaciones de salud, lo que ha desatado fuertes críticas tanto en la oposición como entre algunos senadores republicanos.
Según estimaciones de la Oficina Presupuestaria del Congreso, la ley elevaría el déficit en 3.8 billones de dólares en 10 años. Otros cálculos, como los del Budget Lab de Yale, proyectan un costo total de hasta 23.7 billones de dólares para 2055 si las disposiciones temporales se hacen permanentes. Esto podría llevar la deuda pública al 200% del PIB, un nivel sin precedentes para EE.UU., solo superado por Sudán y Japón.

Fisuras dentro del Partido Republicano
La ley fue aprobada por la Cámara de Representantes y ahora está en debate en el Senado. Trump presiona para que se apruebe antes del 4 de julio, buscando firmarla como símbolo de independencia económica. Sin embargo, senadores republicanos fiscalmente conservadores como Rand Paul han mostrado su desacuerdo.
Trump ha respondido con furia en su red Truth Social, acusando a Paul de no tener “ideas constructivas” y defendiendo su proyecto como un motor de crecimiento económico:
“Rand Paul tiene muy poco conocimiento sobre la BBB. La gente de Kentucky no lo soporta. ¡Este es un PROYECTO DE LEY DE GRAN CRECIMIENTO!”
A pesar de la mayoría republicana (53 a 47), el margen de maniobra es estrecho. Trump solo puede perder tres votos si quiere aprobar la ley sin apoyo demócrata.
La oposición: “Un regalo para los ultrarricos”
El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, ha calificado la ley como “horrible en su esencia misma” y denunció que beneficia a los más ricos a costa de los más vulnerables:
“Detrás del humo y los espejos se esconde una verdad cruel: exenciones fiscales para los ultrarricos pagadas con recortes en la asistencia sanitaria de millones”.
Las críticas aumentan también fuera del Congreso. Organizaciones civiles, analistas y hasta empresarios como Musk cuestionan la viabilidad y justicia de una reforma que debilita el Estado de bienestar mientras amplía el hueco fiscal.
¿Qué consecuencias tendrá este quiebre?
El giro de Elon Musk puede tener repercusiones tanto políticas como económicas. Su voz, con más de 180 millones de seguidores en X, tiene peso entre sectores conservadores y libertarios. Su distanciamiento puede generar fricciones internas en el bloque trumpista, donde muchos lo veían como un aliado estratégico.
Además, la renuncia del gobierno a nominar a Jared Isaacman sugiere que Trump no tolerará disidencias, ni siquiera entre sus aliados más influyentes. Pero con la ley fiscal en la cuerda floja y el déficit en ascenso, el presidente necesita más aliados, no menos.
Conclusión: se rompe la alianza Musk-Trump
La escena política estadounidense da un nuevo giro con la ruptura entre Elon Musk y Donald Trump. La “abominación repugnante”, como la llama el magnate, no solo simboliza una batalla por el modelo fiscal, sino también una lucha interna por el alma del Partido Republicano: ¿apostar por el crecimiento a toda costa o mantener cierta ortodoxia fiscal?
Con un Senado dividido, una oposición en pie de guerra y ahora el hombre más rico del planeta en contra, Trump enfrenta uno de los mayores desafíos legislativos de su segundo mandato. Y esta vez, ya no cuenta con Elon Musk de su lado.