Día de las Flores en Guanajuato Capital: tradición, color y devoción en el Viernes de Dolores

XY NEWS. Cada Viernes de Dolores, Guanajuato capital se transforma en una fiesta de color, fe y alegría con la celebración del tradicional Día de las Flores. Desde temprano, las calles del centro histórico se llenan de vida, flores y música, en un homenaje vibrante a la Virgen de los Dolores.
Una tradición que pinta de colores el corazón de Guanajuato
El Día de las Flores es una de las celebraciones más queridas y emblemáticas en Guanajuato capital, una festividad que mezcla lo religioso con lo popular. Se realiza cada Viernes de Dolores, justo una semana antes del Viernes Santo, y representa el inicio de las celebraciones de Semana Santa en esta ciudad colonial.
Las principales calles del centro histórico, como Sopeña, el Jardín Unión y la Plaza de la Paz, se convierten en un corredor lleno de flores, cascarones de colores, música, altares religiosos y agua fresca. La gente —locales y turistas por igual— se entrega a la fiesta con entusiasmo y devoción.
Cascarones, flores y música: así se vive la verbena en el centro histórico
Desde primeras horas de la mañana, más de 200 negocios locales se instalan a lo largo de las calles peatonales para ofrecer a los asistentes cascarones decorados, flores, comida típica y todo tipo de artículos alusivos a la fecha. Los cascarones —huevos vacíos decorados y rellenos de confeti— son sin duda los protagonistas del día: niños, jóvenes y adultos se los rompen en la cabeza entre risas y juegos, creando un ambiente único de alegría comunitaria.
En medio de esta algarabía, las autoridades estatales y municipales también se suman al festejo. Este año, la gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo recorrió el centro acompañada de su esposo y parte de su gabinete, regalando flores a las mujeres, entregando aguas frescas, paletas, nieve y canastas con cascarones. Todo esto desde las icónicas escalinatas del Teatro Juárez, donde se colocó un imponente altar a la Virgen de los Dolores.
El altar de la Virgen: símbolo de fe y devoción guanajuatense
Cada año, los altares dedicados a La Dolorosa, como también se conoce a la Virgen de los Dolores, son parte esencial de esta celebración. Estos altares se instalan no solo en edificios emblemáticos como el Teatro Juárez, sino también en hogares, negocios y museos de la capital.
La estructura del altar se compone de tres niveles, que representan las tres caídas de Jesucristo. Se adorna con flores como alelí morado, azucena blanca y flor de mostaza amarilla. También se colocan elementos simbólicos como vasos de agua, monedas, corona de espinas, palma bendita y naranjas agrias, conocidas como “cuchas”, que simbolizan los siete dolores que sufrió la Virgen María.
El altar no solo es un elemento religioso, también es una muestra viva de la riqueza cultural de Guanajuato, un homenaje visual lleno de color, aroma y significado.
Agua fresca y lágrimas de la Virgen: el sabor de la tradición
Durante el Día de las Flores, es común escuchar a los asistentes preguntar: “¿Ya lloró la Virgen?” Esta frase tradicional tiene una respuesta especial: agua fresca. En diferentes puntos de la ciudad, vecinos y comerciantes reparten generosamente aguas frescas de sabores como jamaica, limón, mango o la tradicional “agua de ensalada”, también conocida como “Agua de Dolores”.
Esta bebida, típica de la región, se elabora con betabel (que le da su color rojizo), frutas picadas como manzana, plátano, naranja y lechuga. Su origen se remonta al siglo XVIII y fue introducida por frailes Agustinos como parte de las celebraciones religiosas.

Salamanca y León también lloran con la Virgen
La devoción a la Virgen de los Dolores no se limita a Guanajuato capital. En municipios como Salamanca y León, las familias también montan altares y reparten agua fresca entre vecinos y visitantes.
En Salamanca, este año el altar principal se instaló frente a la Presidencia Municipal, donde se celebró una ceremonia religiosa que culminó con la repartición del Agua de Dolores. En León, barrios como San Juan de Dios mantienen viva la tradición. Ahí, doña María de Lourdes Ibarra, con más de 50 años celebrando la fecha, ofreció aguas frescas de mango, fresa y melón junto con su familia, pese a haberse recuperado recientemente de una cirugía.
Una fiesta que une a generaciones
El Día de las Flores no es solo una fecha más en el calendario: es una celebración intergeneracional, en la que abuelos, padres, hijos y nietos participan con entusiasmo. Para muchos, como doña Lourdes, es una forma de honrar la memoria de sus antepasados y transmitir el amor por la tradición a las nuevas generaciones.
Es precisamente esa mezcla de fe, alegría y color lo que convierte al Día de las Flores en una experiencia inolvidable, tanto para quienes lo viven por primera vez como para quienes lo celebran cada año.
Conclusión: Guanajuato florece con historia y devoción
El Día de las Flores en Guanajuato capital es mucho más que una festividad religiosa: es una expresión de identidad, un momento de encuentro social y una ventana al alma de una ciudad que sabe celebrar con el corazón. Con altares majestuosos, calles llenas de color, y el aroma de flores y aguas frescas en el aire, esta tradición se mantiene viva como un tesoro cultural que cautiva a quien la vive y sorprende a quien la descubre.
Si estás buscando una experiencia auténticamente mexicana, llena de historia, comunidad y emoción, el Viernes de Dolores en Guanajuato es una cita imperdible. Marca la fecha, prepárate para recibir flores y cascarones, y únete a la tradición que cada año transforma la ciudad en un jardín de fe y alegría.
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