CJNG abandona arsenal militar tras persecución en Guanajuato: decomisan ametralladora Browning y más de 300 cartuchos

XY NEWS. San Felipe, Guanajuato. – En un contundente golpe al crimen organizado, autoridades de seguridad del estado de Guanajuato aseguraron un arsenal perteneciente al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) tras una persecución en el municipio de San Felipe. Entre las armas decomisadas destaca una ametralladora Browning calibre .50, considerada una de las más poderosas y letales utilizadas por grupos delictivos en México.
Este hecho subraya nuevamente la creciente presencia y capacidad de fuego de los grupos criminales en la región del Bajío, así como la constante lucha de las autoridades por contener el avance del narcotráfico y sus estructuras armadas.
Persecución en carretera termina con el decomiso de arsenal en Guanajuato
Los hechos ocurrieron el pasado 2 de mayo de 2025, cuando elementos de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE) realizaban un patrullaje rutinario en el tramo carretero que conecta a los municipios de San Felipe y Dolores Hidalgo. Durante la operación, los oficiales marcaron el alto a dos camionetas que circulaban de forma sospechosa. Lejos de detenerse, los conductores aceleraron e iniciaron una huida a alta velocidad.
Después de una breve pero intensa persecución, una de las camionetas fue localizada abandonada en un camino de terracería en la comunidad rural de Trojes Aguirre, perteneciente al municipio de San Felipe. Aunque no se encontró a ningún ocupante en el vehículo, en su interior se halló un impresionante arsenal militar que confirma la peligrosidad de los grupos criminales que operan en la zona.
¿Qué armas se aseguraron al CJNG en Guanajuato?
Dentro del vehículo abandonado, los agentes encontraron equipo táctico y armamento de uso exclusivo del Ejército Mexicano, lo que refuerza la hipótesis de que el convoy pertenecía a una célula del CJNG. El material decomisado fue el siguiente:
- 1 ametralladora Browning calibre .50
- 353 cartuchos útiles calibre 7.62 mm
- 4 cintas abastecedoras para ametralladora
- 7 cascos balísticos
- 7 chalecos tácticos con las siglas “CJNG”
- Diverso equipo táctico de uso militar
Todo el equipo asegurado quedó bajo resguardo de la Fiscalía General de la República (FGR), que ya abrió una carpeta de investigación por el delito de portación y transporte de armas de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
La Browning calibre .50: el poder de fuego del narco
Uno de los aspectos que más llamó la atención del decomiso fue la presencia de una ametralladora Browning calibre .50, un arma considerada como una de las más potentes dentro del arsenal del narcotráfico mexicano. Esta ametralladora, diseñada originalmente durante la Segunda Guerra Mundial, es capaz de disparar hasta 550 proyectiles por minuto, con un alcance efectivo de 1,800 metros.
Su peso, cercano a los 40 kilogramos, y su tamaño —puede llegar a medir más de dos metros de largo— no han sido impedimento para que los cárteles, especialmente el CJNG y el Cártel de Sinaloa, las utilicen en emboscadas y enfrentamientos contra las fuerzas de seguridad.
Este tipo de armamento se ha visto en operaciones como el “Culiacanazo” de octubre de 2019, cuando sicarios del Cártel de Sinaloa utilizaron Browning calibre .50 para repeler la captura de Ovidio Guzmán López, uno de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Guanajuato, un estado clave para el CJNG
El decomiso ocurrido en San Felipe refuerza la preocupación por la creciente influencia del CJNG en Guanajuato, una entidad que se ha convertido en uno de los principales focos de violencia en México. Desde hace años, el estado ha sido escenario de una encarnizada lucha entre organizaciones criminales como el CJNG y el Cártel de Santa Rosa de Lima, por el control de rutas de trasiego de drogas, robo de combustible (huachicol) y extorsiones.
El uso de armamento de grado militar, como ametralladoras Browning, fusiles Barrett y lanzacohetes RPG-7, refleja no solo la capacidad económica de estas organizaciones, sino también su estrategia de militarización para enfrentar tanto a rivales como a fuerzas federales.

Otras armas de guerra en manos del crimen organizado
Además de la Browning calibre .50, los cárteles mexicanos han recurrido en los últimos años a armamento diseñado para conflictos bélicos internacionales. Entre las armas más comunes utilizadas por grupos del narcotráfico se encuentran:
- Barrett M82 calibre .50: fusil de precisión capaz de perforar blindajes de vehículos y aeronaves.
- RPG-7: lanzacohetes antitanque de origen ruso, letal incluso contra unidades blindadas.
- Granadas de fragmentación, drones explosivos y ametralladoras ligeras.
La introducción de estas armas al territorio nacional se ha rastreado a diversas fuentes, incluyendo el polémico operativo “Rápido y Furioso”, mediante el cual autoridades estadounidenses permitieron el tráfico ilegal de armas para rastrear a miembros de los cárteles, aunque muchas de ellas terminaron siendo utilizadas en crímenes en México.
Autoridades refuerzan la seguridad tras hallazgo en San Felipe
Tras el decomiso del arsenal en San Felipe, las autoridades de Guanajuato han intensificado los patrullajes y operativos en la región, especialmente en caminos rurales donde las células delictivas suelen operar con mayor libertad. También se han reforzado los puntos de revisión en carreteras estatales, a fin de prevenir nuevos intentos de transporte de armas o personas armadas.
Mientras tanto, la FGR continúa con las investigaciones para dar con los responsables del arsenal abandonado, y no se descarta que se trate de una célula importante dentro del organigrama del CJNG en el Bajío.
Conclusión: un nuevo golpe al narco, pero el desafío persiste
El aseguramiento de armamento militar en Guanajuato representa un logro para las fuerzas de seguridad, pero también deja en evidencia el nivel de amenaza que representan los grupos delictivos como el CJNG. Su capacidad de fuego, movilidad y organización los convierte en un desafío constante para las autoridades locales, estatales y federales.
La lucha contra el narcotráfico en México sigue siendo una guerra de largo aliento, y mientras los cárteles continúen armándose con equipo militar, los enfrentamientos y los riesgos para la población civil seguirán latentes.